Skip to Content

Lo siento, pero ya no me mereces

Lo siento, pero ya no me mereces

Querida mía,

Estoy con un pie fuera de la puerta y ya sé que voy a echarte de menos. Voy a extrañar todo lo bueno que teníamos y voy a extrañar tener tu amor.

Incluso voy a echar de menos amarte, sentir tu calor a diario y voy a echar de menos cómo mi mano encaja perfectamente en la tuya.

Pero he tomado mi decisión y aunque intentaras detenerme, no estoy seguro de que pudieras.

No es que ya no te quiera, mis emociones siempre fueron puras. Lo que lo hace aún peor es que creo que te amaré mientras esté vivo.

Siempre tendrás un lugar en mi corazón y creo que tu nombre permanecerá por siempre en algún lugar de mi mente.

Por desgracia, no estoy seguro de que vuelvas a tener un lugar en mi vida.

A pesar de mis sentimientos, esto, lo que tenemos, es algo que tengo que terminar. Simplemente no puedo hacer esto más.

No puedo ser la que siempre perdona, no puedo ser la única que constantemente intenta entenderte y ver las cosas desde tu perspectiva.

No puedo seguir encontrando excusas para tu mal comportamiento y no puedo ser la única que nos arrastra hacia adelante.

Lo intenté una y otra vez, y cada vez que me sentía mal por algo que ocurría entre nosotros, lo consultaría con la almohada y por la mañana estaría mejor.

Me obligaba a creer en cualquier excusa que pusieras y me obligaba a creer que las cosas cambiarían, que por fin te darías cuenta de lo que me estabas haciendo, de lo mucho que me estabas perjudicando.

Creí que en algún momento pensarías en mí y que antepondrías mis necesidades a las de los demás. Pero lo que esperaba nunca se hizo realidad.

Me esforcé tanto por ser tan buena para ti. Me esforcé tanto para hacerte feliz, para que lo nuestro funcionara.

Reprimí mis sentimientos porque no quería abrumarte con mis emociones.

Quería ser fuerte por los dos, pero en algún momento me cansé. Me cansé de darte mi amor y de no recibir nada a cambio.

Me perdí en ese amor que sentía por ti y me olvidé de cuidarme. Yo seguía dando y tú seguías tomando todo sin darme nunca nada a cambio.

La sensación de que estabas conmigo sólo para no estar sola, la sensación de que estabas conmigo sólo para poder tener a alguien, nunca me abandonó.

Todo lo que hacías me parecía que estaba programado. Porque cada vez que me retiraba después de que me hicieras daño, te acercabas a mí y me mostrabas lo que se sentía al ser amado por ti.

Pero sólo recibía estos momentos cuando sabías que habías hecho algo mal. Eras selectivo con tu amor y yo era la que iba a por todas desde el principio.

Tal vez ese fue mi error. Tal vez no contenerme, sino darte todo lo que tenía antes de que lo merecieras, fue lo que te hizo pensar que haría cualquier cosa por ti, que nunca te dejaría.

Pero no había mucho que pudiera hacer al respecto, ya que es mi forma de ser.

Cuando amo, amo de todo corazón. Pero también soy una chica que puede alejarse sin mirar atrás una vez que se da cuenta de que alguien no me merece.

Y una vez que me han perdido, me voy para siempre.

A decir verdad, decirte “no” siempre fue difícil para mí. De alguna manera, no tenía problemas para decir ‘sí’ y por eso mi comportamiento podría sorprenderte ahora.

Esto es algo que nunca te he mostrado, pero ahora creo que ha llegado el momento de mostrarte la otra cara de mi amor.

Es el momento de mostrarte lo mucho que me respeto a mí misma. Y me respeto lo suficiente como para saber cuándo es el momento de rendirme y alejarme.

Es el momento de decir “no” al amor y es el momento de cuidarme a mí misma y a mi corazón porque es evidente que tú no estás dispuesto a hacerlo.

He decidido dirigir todos los esfuerzos que puse en nosotros dos sólo hacia mí misma ahora. Sólo me queda el orgullo porque lo has quemado todo hasta las cenizas.

Estuvimos juntos pero nunca me hiciste sentir tuya, ni siquiera desde el principio. Y ahora es el momento de admitir la cruda verdad y alejarme.

No significo tanto para ti como tú para mí. Quedarme significaría renunciar a mí misma y lo siento, pero es hora de que deje de ser tan desinteresada y empiece a pensar qué es lo que necesito.

Necesito guardar mi corazón porque eres el hombre sin el que no puedo imaginar mi vida y no soy ni la mitad de importante para ti.

Nunca me diste la mitad del amor que yo te di.

Nunca me mostraste tu aprecio, nunca tuve el tiempo que quería de ti, sólo el que creías que merecía, y nunca valoraste las cosas que hice por ti.

Nunca pensaste en cómo me afectarían tus acciones y nunca te paraste un segundo a mirarme y a preguntarte a quién tenías al lado.

Pero yo he descubierto a quién tengo a mi lado: un hombre que ya no merece mi tiempo, mi amor o mis esfuerzos.

Un hombre al que le di todo de mí y no obtuve nada a cambio.

Así que, cariño, lo siento, pero en lo que a mí respecta, nuestra historia ha terminado.

La mejor de las suertes,

La chica que se esforzó tanto.